“No podía estar en mejores manos. María me ha acompañado en uno de los procesos más difíciles que como mujer he vivido y doy gracias por haberla encontrado. Con ella me he sentido segura y escuchada. Tiene una delicadeza y paciencia que traspasan fronteras. Te mira con sabiduría y empatía y eso se valora muchísimo, no se encuentra en casi ningún sitio. Así que, siempre agradecida por su atención, no dudaría en volver a ponerme en sus manos si me hiciera falta. Gracias María.”

“El proceso de congelación de óvulos, en un primer momento da respeto. Hablando con María, escuchando sus explicaciones y gracias a que es muy cercana, me hizo sentir muy cómoda y tranquila durante todo el proceso, haciendo más fácil este camino”

“Decidí iniciar el proceso de congelar óvulos con la Dra. Arqué, a quien escogí por recomendación de una compañera del trabajo. Des del primer momento me sentí muy satisfecha con la decisión, ya que me ofreció un trato muy humano y cercano, que era lo que yo buscaba. Durante todo el proceso María me informó en detalle de todos los pasos y de cómo me afectaría, además de estar siempre disponible para cualquier consulta. El día de la punción, aunque inicialmente estaba muy nerviosa, todo fue muy sencillo y la doctora y su equipo me hicieron sentir muy cómoda en todo momento. El seguimiento de después de la intervención también fue excelente, con una comunicación muy fluida y un trato impecable”.

“Somos una pareja italiana con una historia de aproximadamente 12 años de tratamientos de fertilidad. Gracias a la Dra. Maria Arqué, quien se hizo cargo de nosotros, sentimos que encontrar una solución a nuestras dificultades había entrado en sus pensamientos y en sus metas profesionales. Nos sentimos parte de un equipo y como tal, con ella como Capitán, nos propusimos estudiar el problema desde cero, investigando e interviniendo en cada aspecto que la Dra. intuía como posible causa. Además, sentimos la empatía de una relación personalizada que finalmente nos puso en las mejores condiciones psicofísicas para el tratamiento; estábamos convencidos de que al final ganaríamos. Hoy, cuando estamos casi listos para el parto, parece un sueño hecho realidad. Siempre estaremos inmensamente agradecidos al CIRH y a la Dr. Arqué.”