Fertilidad funcional: Optimizando tu fertilidad de forma integral

¿Qué es la fertilidad funcional?

La fertilidad funcional adopta un enfoque integrativo para optimizar la fertilidad masculina y femenina mediante el tratamiento de factores nutricionales, de estilo de vida y psicológicos que pueden corregir o mejorar los desequilibrios de origen para prevenir o reducir drásticamente la infertilidad.

Esta estrategia, utilizada para complementar las estrategias convencionales de estudio y tratamiento de los problemas de fertilidad, tiene numerosos beneficios sobre vuestras probabilidades de tener un hijo, e incide positivamente en vuestra salud y la del futuro bebé.

¿Por qué es tan necesario este enfoque?

El problema es que el modelo de atención de la medicina convencional no está construido para poder brindar el tipo de atención que requieren muchos pacientes. En general, los profesionales de la salud, aunque están muy bien preparados y tienen altas capacidades, trabajan bajo muchísima presión asistencial, con un tiempo y recursos muy limitados que en la mayoría de los casos solamente permite tratar los síntomas, sin poder indagar en profundidad para hallar la raíz o causa de los problemas de salud de los pacientes. En estas circunstancias, es casi imposible practicar un modelo de atención integral.

La infertilidad de origen desconocido: cuando todo es “normal”

Siguiendo los criterios de la Sociedad Española de Fertilidad, el diagnóstico de disfunción reproductiva de origen desconocido se realiza cuando se comprueba permeabilidad tubárica bilateral, función ovulatoria normal y seminograma normal tras un año de esterilidad. El pronóstico está estrechamente relacionado con la edad y los años de infertilidad y afecta un 16%
de parejas con problemas de fertilidad (1).

Esta situación puede resultar desconcertante y frustrante, tanto para los profesionales como para los pacientes.
A pesar de que el pronóstico está muy estrechamente relacionado con la edad y los años de infertilidad (factores no modificables), en estos casos es muy relevante evaluar los factores modificables, como el estilo de vida y dieta, y poner el foco en estos, para optimizar la salud y las probabilidades de éxito, tanto si se consigue una gestación natural como si se requiere una TRA.

Muchas parejas que se encuentran al comienzo de su proyecto familiar también están muy ocupadas en otras áreas de la vida: carreras profesionales muy demandantes, agendas con infinitas tareas y compromisos, etc.
Esto crea estrés, tanto consciente como inconsciente, y cuando el cuerpo lo percibe, envía mensajes hormonales a los órganos reproductores masculinos y femeninos a través del eje hipotalámico-pituitario-gonadal (2) de que no es un buen momento para reproducirse.

Este es solo un ejemplo de uno de los factores modificables que impactan nuestra fertilidad y en los que una pareja puede trabajar activamente para mejorar sus probabilidades de embarazo natural o con una técnica de reproducción asistida (si esta es necesaria).

Se pueden realizar mejoras increíbles en la salud en unos meses con las intervenciones adecuadas, sin embargo, muchas parejas no saben el impacto que estas estrategias pueden tener en su salud y la de su futura familia.

El enfoque estándar de la fertilidad

En una sociedad donde impera la inmediatez y con un sistema de salud orientado a la intervención en lugar de la prevención, no queda tiempo ni espacio para profundizar en áreas
como el equilibrio hormonal, la salud intestinal, el apoyo de la tiroides o el manejo del estrés, entre otros.

El abordaje de las algunas causas de la infertilidad, como una fase lútea corta, progesterona baja, síndrome de ovario poliquístico, hipotiroidismo, enfermedades autoinmunes, mala higiene del sueño o disbiosis intestinal, es a menudo infravalorado y desplazado por el uso de tratamientos, que en algunos casos podrían evitarse y en otros podrían optimizarse sus resultados con las intervenciones adecuadas de estilo de vida y dieta.

Un enfoque funcional de la fertilidad

Para las parejas que desean abordar las causas subyacentes de sus dificultades para concebir, que asumen que las estrategias de intervención requerirán cambios en el estilo de vida y dieta y que los resultados no son inmediatos, un enfoque funcional puede ser la mejor opción.

El enfoque funcional de la fertilidad nos permite hacer cambios para optimizar nuestra fertilidad futura.

El hecho que haya factores del estilo de vida y dieta que se puedan mejorar para aumentar las probabilidades de embarazo, no excluye que puedan haber otras causas de infertilidad, y por lo tanto, estas deben estudiarse y tratarse.

Con la finalidad de optimizar el tiempo y los resultados, lo ideal es realizar un abordaje en paralelo de la situación: por un lado, desde un enfoque clásico de medicina reproductiva, realizando todas las pruebas necesarias para hacer un diagnóstico exhaustivo del caso; y paralelamente, desde un enfoque de fertilidad funcional, estudiando en detalle todos los factores modificables de estilo de vida y dieta y patologías subyacentes para mejorar la situación. De esta forma, se pueden valorar e implementar todas las estrategias terapéuticas necesarias para potenciar vuestra fertilidad y posibilidades de embarazo.

¿Para quién es la fertilidad funcional?

El estudio y tratamiento de la fertilidad desde un enfoque funcional está indicado en todos los siguientes casos:

– Si tenéis dificultades para lograr un embarazo. Con la ayuda de las pruebas adecuadas, un diagnóstico correcto y un plan de fertilidad personalizado y adecuado a vuestras necesidades y prioridades, podemos reescribir vuestra historia de fertilidad.

– Si estáis intentando concebir mediante Técnicas de Reproducción Asistida (TRA). Las estrategias de fertilidad funcional como minimizar la exposición a toxinas, implementar los cambios adecuados en la dieta y agregar los suplementos específicos que necesitáis, ayudarán a mejorar vuestras probabilidades de éxito del tratamiento y la salud de vuestro futuro bebé.

– Si tienes abortos recurrentes. La mayoría de los abortos espontáneos que se producen se deben a alteraciones cromosómicas de los embriones. Sin embargo, llevar un estilo de vida para optimizar la calidad de los óvulos y los espermatozoides, evaluar la salud de la tiroides y la función inmunológica y evaluar los niveles de progesterona mediante pruebas en el momento adecuado son estrategias que podrían evitar un aborto espontáneo. De hecho, los estudios han demostrado que las mujeres que tienen tiroiditis de Hashimoto (un trastorno tiroideo autoinmune infradiagnosticado en mujeres) pueden reducir las tasas de aborto espontáneo en un 50% cuando los anticuerpos tiroideos se reducen mediante cambios en la dieta y un tratamiento adicional de levotiroxina, que disminuye los niveles de anticuerpos que atacan a la tiroides (3).

Si os estáis planteando tener hijos y queréis tener una salud óptima. No deja de sorprenderme cómo nos preparamos con meses de antelación para eventos que consideramos importantes en nuestras vidas, como un cumpleaños o una boda, y sin embargo, no nos preparamos para algo tan crucial como ser padres. Hacer una revisión de salud desde la perspectiva funcional para optimizarla y realizar un estudio básico de fertilidad nos proporciona información muy valiosa para planificar las estrategias que debemos adoptar para mejorar la situación y conseguir el deseado embarazo.

 

Referencias: